El núcleo es la parte central del sistema operativo, que es como un intermediario entre la parte de software del smartphone y todo el hardware. Cualquier acción realizada por el usuario se procesa y pasa por el kernel. Veamos un ejemplo sencillo para ilustrarlo. Supongamos que pulsas el botón de encendido. Automáticamente se le indica al sistema que quieres activar la pantalla. Todo este proceso pasa directamente por el núcleo del dispositivo.
Por cierto, mucha gente piensa que sólo los smartphones tienen núcleo. Casi todos los dispositivos con procesador tienen uno. Te habrás dado cuenta de que las especificaciones del smartphone suelen indicar el número de núcleos del procesador. Lo más habitual es que los teléfonos modernos estén equipados con un chipset de 8 núcleos. Y, en general, cuantos más núcleos, mejor.
Como demuestran algunos estudios, no hay diferencias significativas entre los procesadores de 8 y 4 núcleos. El truco está en que un chip de 8 núcleos consta de dos procesadores de 4 núcleos, entre los que se reparten equitativamente todas las tareas. Si se realizan acciones sencillas -lanzar la cámara o abrir los ajustes-, funciona el procesador con menor velocidad de reloj. Pero cuando empieza el juego, toda la carga pasa al chip más productivo.
Por cierto, para conocer el número y la arquitectura de los núcleos, utilizamos la aplicación AIDA 64. Abrimos el programa y vamos a "CPU". Aquí nos fijamos en la línea "Arquitectura de núcleos". Podemos ver el nombre de la arquitectura, el número de núcleos y la frecuencia de reloj de cada uno de ellos.
